Hoy os voy a hablar de códigos de honor. Los hay de todas las clases y de todos los colores. Se me viene a la cabeza, por ejemplo, el de los hermanos Vicario en Crónica de una muerte anunciada quienes, tras saber que su hermana se casaba sin ser virgen, no dudaron en ir a asesinar a Santiago Nasar, el culpable de los hechos. Cuestiones de honor, sin duda.
Otro ejemplo muy diferente al expuesto anteriormente puede ser La rendición de Breda, pintada por el maestro Velázquez, en donde el gobernador holandés Nassau se intenta agachar ante el general Spínola quien no duda, en una cuestión de honor entre iguales, en instar a Nassau a que se mantenga en la misma altura, sin arrodillarse, sin recibir la humillación del perdedor. Otra cuestión de honor, propia de una época ya pasada que, hoy en día, resulta imposible entender.
Y digo que resulta imposible entenderlo por una razón, también de honor, que anoche calló en desgracia. En una región española la cual no quiero nombrar, quizás por sentirme avergonzado de ella, en donde los trajes vuelan en la mente de todos y en donde los que se aprovechan del poder salen más reforzados que nunca, anoche se rompió el honor de este siglo. Porque ser consecuentes y responsables también entra en el código de honor de cualquier ciudadano. Parece mentira que las viejas costumbres se abandonen. No hacen falta más explicaciones para saber que ayer se rompió un código de honor.
Y es que, ni siquiera hoy, somos capaces de mantener nuestro propio honor.
· Daniel ·
Otro ejemplo muy diferente al expuesto anteriormente puede ser La rendición de Breda, pintada por el maestro Velázquez, en donde el gobernador holandés Nassau se intenta agachar ante el general Spínola quien no duda, en una cuestión de honor entre iguales, en instar a Nassau a que se mantenga en la misma altura, sin arrodillarse, sin recibir la humillación del perdedor. Otra cuestión de honor, propia de una época ya pasada que, hoy en día, resulta imposible entender.
Y digo que resulta imposible entenderlo por una razón, también de honor, que anoche calló en desgracia. En una región española la cual no quiero nombrar, quizás por sentirme avergonzado de ella, en donde los trajes vuelan en la mente de todos y en donde los que se aprovechan del poder salen más reforzados que nunca, anoche se rompió el honor de este siglo. Porque ser consecuentes y responsables también entra en el código de honor de cualquier ciudadano. Parece mentira que las viejas costumbres se abandonen. No hacen falta más explicaciones para saber que ayer se rompió un código de honor.
Y es que, ni siquiera hoy, somos capaces de mantener nuestro propio honor.
· Daniel ·
3 Responses to “Códigos de honor”
daniel , ya sabemos a que te refieres.creo que uno de los males de la política es disculpar los errores de tus amigos y fijarse en los de los demás, y, por supuesto, pedir la dimisión a la mínima de cambio.somos incapaces de hacer autocrítica, que queda para el contrario .y si reconocemos un error enseguida es para recalcar "si, pero tú mas" eso es tan antiguo como el dicho: mirar la paja en el ojo ajeno y no mirar la viga en el propio. a veces sería conveniente presentar simplemente los hechos , sin decir quién los hizo, y preguntar ¿qué le parece , sr. zapatero (o sr. rajoy) esta acción o actitud?. ya se cuidarían de criticarla , pues a lo mejor están yendo en contra de gente de sus propias filas.la política es muy rastrera, sobre todo para la gente que vive de ella, es normal que gente como tú , que todavía tiene un espíritu limpio se enoje ante estas situaciones y te parezca increíble que esto suceda.pero así es la vida, por lo menos en este país que nos ha tocado en gracia.
un saludo
darth vader (luke, soy tu padre)
No, nadie me convencerá de que en este momento en España hay politicos. Lo que hay son simples actores, que hacen una representación teatral. Vease de donde proceden la inmensa mayoría de la "clase" dirigente, salen de la Administración, son escogidos, seguramente por su cara dura, por su capacidad para trepar. Cuando acaban su ciclo plítico regresan a sus puestos de funcionarios, pero ascendidos y, seguramente forrados. No son ellos los que mandan, ellos obedecen a la mano que mece la cuna y, hasta aquí, todo me daría igual, pero lo que me saca de quicio es que sean tan burros. Podrían hacerlo un poco mejor.
Creo que a un actor no se le puede pedir que el personaje que interpreta tenga o deje de tener honor, esto es cosa del autor de la obra, es decir,la mano que mece la cuna.
Paul Newman.
¿Por qué tengo la sensación de que conozco a este anónimo "Paul Newman"?.
Aún así, amigo Paul, si alguien se forra aprovechándose de las instrucciones del mecedor y las flaquezas del sistema, carece de honor. Ah! y seguramente antes de acudir a su cargo político ya sabía que iba a forrarse y no precisamente solo con el sueldo, que también, por ello aún le suspendo más en HONOR. Yo ya le había suspendido cuando pensó en hacerse funcionario (o cuando lo pensaron por él)
Cóndor
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